El psicólogo estudia el comportamiento humano basado en los principios científicos del aprendizaje: emociones, pensamientos-cogniciones y conductas y cómo interactúan para adaptarse al mundo que les rodea. Puede ayudarnos a mejorar nuestra salud mental interviniendo en varios aspectos: Ante crisis emocional, depresión, ansiedad, fobias, problemas de pareja, sexuales, duelo, oncología.

El psicólogo clínico ayuda a:

El registro de conductas para poder conocer las conductas problema y poder así explicárselas a la persona que las padece para que pueda modificarlas.

Conocer las contingencias que mantienen nuestras conductas, saber qué alternativas usar y cómo superar nuestras limitaciones.

Superar las dificultades que se presentan en la vida diaria potenciando cualidades, habilidades y competencias y asumir o mitigar déficits.

Una de las finalidades básicas de la psicología es ayudar a la búsqueda de la felicidad y eliminación del sufrimiento. Por tanto, la psicología, bien utilizada, puede ayudarnos a ser personas más seguras, más flexibles, con mejor control sobre nuestras emociones, más hábiles socialmente.